Mais a visão se aprofunda,
mais estrelas se percebem,
na escuridão...

1 de agosto de 2011

Una valija ensangrentada


Una valija ensangrentada
les sea entregada todos los días.

Una valija de pánico insomne, inmensa y neurotizante,
que les persiga despiertos y en sueños,
transformando su hipocresía en el miedo de la locura.

Una rica valija decepcionante,
les sea entregada por debajo de las mesas,
disimuladamente apoyada en sus piernas de piel fría,
agarrada por sus manos ávidas y temblorosas,
pero siempre se estrellando y rompiendo en el suelo a su frente.

Una valija para el Presidente,
una para el Senador y otra para el Congresista.

Un valija para el Ministro,
una para el Magistrado y otra para el Alto Funcionario.
Una para cada seguidor complacido, cómplice, o negligente.

Para todos ustedes,
a cada día una valija llena de dinero y contratos,
involucrando cabezas y pechos perforados,
brazos y piernas depauperados, manos cerradas,
corazones destrozados por desaliento infinito
y miradas animales fijas, estáticas, telepáticas,
brotando de la indefensa carne torturada,
abusada, usurpada y devorada.

Una valija que se hará nocturna y llena de gritos,
poblada por mentes embotadas  y ojos perseguidores,
y bocas hambrientas, sedientas, con dientes podridos,
aliento fétido y lenguas que jamás dejarán de cobrar.

Una valija voluptuosa,
llena de tetas y culos y muslos y sexos de todas las edades,
robados, vendidos y violentados
y reprimidos a un rencor negro y profundo por sus martirizadores.

Para todos ustedes,
que se saben merecedores,
por lo que hicieron, no hicieron, o seguirán haciendo,
una valija de pensamientos adherentes, recurrentes,
murmurando incesantemente un mantra esquizofrénico y vengativo.

Una ya presente y eterna valija karmica,
ensangrentada de pérdidas oportunidades,
de creencias, valores y esperanzas de vidas destruidas,
haciendo miserables sus nocivas existencias.


19.09.2007 - reeditado 13.09.2008 (original)